Recientemente, he tenido que seleccionar los componentes para montar un equipo en rack de 1U.
Lo cierto es que la selección debe tener en cuenta ciertos aspectos que no se consideran cuando se montan en una caja convencional o de más altura.
Esta es mi lista de cosas a tener en cuenta que comparto por si puede ayudar a alguien en la toma de decisiones:
- La caja: adquiérela de una marca conocida o de un ensamblador que te asegure que cumple con los estándares. Lo barato no es siempre la mejor opción. Descarga y lee el manual de la caja, que te indicará los estándares que admite (tamaño de la placa, fuente de alimentación, cantidad y formato de discos…)
- La fuente: ten en cuenta que, por norma general, la caja no incluye la fuente y que ésta debe ser de un formato 1U y que cumpla algún estándar en sus medidas, como por ejemplo, el FLEX. Recuerda que no vas a poder colocar una fuente de gran potencia (el tope puede estar en torno a los 250W), así que tendrás que tener en cuenta el consumo energético para asegurar un comportamiento correcto del conjunto.
- La placa: confirma las medidas que admite la caja para la placa. Un formato habitual es el ‘mini ITX’ de 17 x 17 cm.
- El procesador: te interesa elegir un procesador que disipe poco calor. Ten en cuenta que una caja de 1U todo encaja en muy poco sitio y no hay mucho espacio para que circule el aire. Consulta la página de Intel http://ark.intel.com/es-es donde encontrarás información técnica de todos sus procesadores y elige uno con un valor TDP max bajo (generalmente, los modelos acabados en ‘T’). Anota también el valor TCase para poder comprobar que la temperatura que indica no se alcanza en funcionamiento, una vez cerrada la caja. Asegúrate que el procesador y la placa sean compatibles.
- El ventilador de la CPU: tendrás que localizar un ventilador de perfil bajo (entre 27 y 36mm) para que no ‘choque’ con la tapa de la caja y que garantice una disipación térmica igual o superior al valor TDP max.
- Los discos duros: generalmente podrás incluir un disco de 3,5″ o dos de 2,5″. Elige discos ‘Green’ que están optimizados para un bajo consumo energético y por tanto para disipar menos calor. Conseguirás que la temperatura de la caja se mantenga a raya.
- Los cables: dependiendo de la configuración de la caja es posible que necesites cables acodados (en ángulo recto) para la conexión de datos SATA de los discos y para sus tomas de corriente. Ten a mano ladrones de corriente de todo tipo.
- La unidad óptica: generalmente necesitarás una unidad delgada (slim). Ojo que algunas unidades de este tipo utilizan un cable SATA distinto al de los discos duros (mini SATA), así que asegúrate de disponer de uno de ellos.
- Ventiladores adicionales: considera colocar todos los ventiladores adicionales que admita la caja para asegurar un buen flujo de aire.
- Expansiones PCI: requerirán de un adaptador específico para que las placas vayan paralelas al suelo de la caja en vez de perpendiculares. En general, no dispondrás más que de uno o dos slots.
Cuando hayas terminado, recuerda mantener el equipo encendido y controlar desde la BIOS que la temperatura de la CPU y de la caja se mantenga en unos valores aceptables.
Suerte!